domingo, 27 de marzo de 2011

Desconectar para conectar

Es domingo y acabo de desayunar, lo que no tendría nada de raro o especial a no ser porque este domingo corona un fin de semana que, lamento decir, fue muy poco común. Pero lamento decirlo porque lo normal debería ser que todos los fines de semana fueran así, poco comunes, raros, especiales y que poco a poco, lo especial se vuelva común. Subir nuestros parámetros y exceder nuestras expectativas.
Todo empezó el viernes cuando tuve la suerte de estar temprano en casa para compartir la tarde entre la gestión de un pequeño negocio y la compañía de mi esposa, mi socia, mi cómplice, mi mejor amiga. Juntos recibimos la mercadería, la ordenamos un poco y la despachamos. Un par de correteos y luego nos recostamos cabeza con cabeza, como todos los días, a soñar con el futuro, a planear el resto de nuestras vidas y a pensar que haremos mañana para lograrlo.
Ya entrada la noche, preparamos las galas para ir  a la caza del cilindro en la casa de mi cuñada. Ágape, agasajo, celebración por el cumpleaños de Ursula, todo organizado por Victor Hugo. Todo un éxito gastroetílico y la primera excusa para desconectarse de ese mundo de allá afuera, donde nos espera el trabajo, las deudas, el stress, el contraste con la realidad. Pero en ese momento especial lo tuvimos todo, no necesitamos nada más. Y lo más importante, nos teníamos a nosotros, a la familia y a los amigos concentrados alrededor del mejor pollo y la mejor panceta de cerdo al cilindro, debidamente maridados con… bueno… básicamente lo que te provoque, porque hubo de todo y nada parecía acabarse. Felices de decir feliz cumpleaños Ursu, felices de cerrar la puerta unas horas. Ya cuando el sol delator empezaba a asomar, nuestro buen amigo Javier nos condujo a casa para el necesario sueño reparador.
Cuando al amanecer del sábado todo parecía indicar que se pasaría el día con nosotros entre las cuatro paredes de la habitación, recordé que hace meses queremos ir a conocer una muy mentada feria que se realiza los sábados en Miraflores y, al proponérselo a mi esposa, decidimos exigirle al cuerpo un poco más de lo que es capaz de tolerar con poco descanso, y nos levantamos, bañamos, cambiamos y enrumbamos hacia la Bioferia de Reducto. La puerta de entrada a la verdadera desconexión.
Apenas llegando, por la calle que bordea el Parque Reducto, vemos venir un grupo de bicicletas con canastilla, sin poder evitar la tentación, los recibimos silbando tonadas de La Novicia Rebelde. Un cuadro para enmarcar. Al fin, doblando la esquina nos golpea el olor a albahaca, menta, café, el olor a tierra sana, a miel y a campo. El olor a vida. Al fin conocíamos la famosa Bioferia, toda una larga cuadra de puestos con una mágica diversidad de delicias que no se encuentran así nomás en la ciudad. Es que cemento es progreso. Impresionantes los puestos, los productos, y en muchos casos los propios dueños. Impresionante la variedad y excelencia de los productos, desde lo más fresco y para el día, hasta los mejores envasados para llevar a casa y mejorar tu vida. Mención aparte el vino de zarzamora que, de solo probarlo, me llevó de golpe a los campos de Lunahuaná, a los viñedos de Chincha, a la vida con las manos. Prueba aquí, degusta allá, compramos unas sales marinas con especias para reemplazar a la sal de casa y, al final, cuando los olores parecen acabarse, casi en la esquina, encontramos el maridaje perfecto para la tarde: la música. Un puestito con toda clase de instrumentos, desde guitarras, silbatos, hasta un elegante violín ayacuchano. Pero a nosotros nos enamoró por completo algo menos elaborado, algo menos estilizado, algo más rústico. ¿Cómo dices que se llama? Palo de lluvia casero, es bueno para el stress y para los niños hiperactivos. Y así fue que compramos nuestro palo de lluvia, un instrumento consistente en una madera hueca tapada por ambos lados, rellena de piedritas que, al voltearlo y caer, dan un sonido de agua, de cascada, de paz. Se convirtió en nuestro compañero el resto del día.
Mira mi amor, ¡el parque está abierto! Compartí la emoción de mi esposa e ingresamos al Parque Reducto. La pileta dijo “buenas tardes” y sus jardines “bienvenidos”. Yo jugueteaba con el blackberry, subiendo fotos directamente al facebook y leyendo el twitter cuando mi esposa decidió volcarme en el oído, sin aviso ni anestesia, toda la magia del palo de lluvia. Luego se recostó en el grass y me invitó a hacer lo mismo. No sé cómo describir esta imagen. Vista desde arriba, sería una pareja muy relajada, dando vueltas a un palo de madera y mirando el cielo. Visto desde mis ojos, sería una conjunción de sentidos. Echado ahí, mirando al cielo, mi vista se perdía en las ramas de los árboles que tapaban al sol, ondeando con el viento, frotándose entre sí. Mi oído se perdía con la caída de agua de la pileta mezclada con el palo de lluvia. Mi nariz reconocía cada olor proveniente de la feria que, pese a estar a unos metros, no dejaba de invadirnos. Por momentos la pileta nos miraba y decidía participar, y algunas de sus gotas salpicaban nuestros rostros, nuestros labios, haciendo palpable, material, real, ese sonido del palo de lluvia completando la magia. Y mis manos tomaban fuertemente las de mi esposa entrelazando los dedos y las emociones, alejando el stress del mundo, apartando la falsa conexión tecnológica y acercando la verdadera conexión, la de la naturaleza. Estuvimos un buen rato ahí, recorrimos el parque, la pérgola donde más tarde se oficiaría un matrimonio, la sala de lectura de niños y los vagones del tren que hoy sirven como sala de títeres. Almorzamos y volvimos caminando a casa.
Ya en casa era hora de sacar las velas, no por romanticismo esta vez sino por responsabilidad y reflexión. Al borde de las 8.30pm las encendimos y bajamos la llave general, nos desconectamos, fuimos parte de La Hora del Planeta. Es curioso como algunos creen que al hacer esto compensan el consumo de todo el año, cuando la idea es que tomemos conciencia de lo que le hacemos a nuestra casa y cambiemos un poco nuestras vidas todos los días. Para nosotros, la hora del planeta fue la hora de la siesta y, en mi caso, se prolongó un par de horas en tanto que para mi esposa fue el momento de decir hasta mañana mi amor, nos vemos el domingo.
El domingo llegó y luego de un delicioso desayuno con sánguches en waflera en los que el chicharrón de prensa hizo un maravilloso tercio con el jamón y el queso, estamos listos para disfrutar el resto del día. No sé dónde iremos, no sé qué haremos, pero si les puedo prometer que el domingo estará a la altura de todo el fin de semana, así que solo puedo prepararme para seguir desconectado, al menos hasta el lunes. Solo me conecté un momento para contarles que la desconexión es posible y que puede ser mucho mejor que el más potente Smartphone.

lunes, 21 de marzo de 2011

Las preguntas que nadie hace

Si bien es cierto que en el fragor de la campaña electoral, todos los medios de prensa buscan desesperadamente entrevistar a los candidatos, a los grandes y pequeños, a los serios y no tan serios, a los polémicos y a los light, también es cierto que son ellos los que deciden donde van, cuando van y cómo calculan cada entrevista, aparición, nota o ridículo dentro del marco de su estrategia de medios. Todos sus movimientos están fríamente calculados, o eso creen.

Luego comienzan a salir algunos resultados en las encuestas y se destapan algunas ollas de grillos, con lo cual se reformulan campañas, redireccionan artillerías o se mantienen necedades fruto de egos tan inflados que le hacen sombra a la razón y a la lógica, impidiendo reaccionar hasta que ya es muy tarde. Ahí, lo mejor resulta culpar a todos menos a mí, yo soy el candidato pero la prensa me odia, las encuestadoras me bajaron, hay un complot en mi contra. No se dan cuenta que el único complot es el que los mira desde el espejo y sonríe satisfecho.

Estamos en un punto del proceso electoral en que el país se ha convertido en la pelota de “7 Pecados” y hay cinco jugadores disputándose a pequeños saltos a ver quién tiene la mejor puntería y elimina al resto.

Es aquí donde me provoca olvidarme un poco de los candidatos, y es que si quieres conocer bien a una persona, debes mirar a aquellos en los que dejan huella y es a ellos a los que se les debe preguntar. Es en sus almas donde podremos entender realmente como es el alma del candidato, como es el corazón que pondrá la cuota emotiva cuando la razón mire un número y no una historia. Y qué bonito sería que la respuesta fuera sincera, recién podría empezar a mirar al candidato y escuchar lo que propone.

Algunas preguntas que definirían mi elección:

1.       Eres muy pequeña para votar, solo tienes 12 años, tu mundo es el que papi y mami han sabido crear para ti, lleno de amor y dándote todo lo que necesitas, enseñándote cuál es tu cultura, cuál es tu mundo, donde perteneces, haciendo que te sientas orgullosa de tus orígenes. Una sencilla pregunta pequeña y linda Srta. Kuczynski, excuse me if i don't know your name, ¿Bembos o McDonalds?
2.       Ustedes son muchos y de todas las edades, pero estoy seguro que son niños muy educados, inteligentes y que quieren mucho a su familia. Conocen Lima, pasean por sus calles, ven su tráfico, usan sus servicios. Todos son de distintos hogares, todos son de escasos recursos, todos saben y reconocen el valor del dinero, pero sobre todo, tienen el corazón lleno de amor. Pero eso no es lo único que tienen en común, sino que además todos tienen la misma foto del mismo padrino con miles de ahijados, entonces, ¿lo conocen? ¿los visita? ¿lo volvieron a ver? ¿hace alguna diferencia en sus vidas? ¿los llevó a pasear en el Metropolitano al menos?
3.       Tu que eras un muchacho con la ilusión de servir, que te sentiste orgulloso de vestirte de Patria y que reconociste en la línea de mando un ejemplo a seguir, un sueño que alcanzar, una gloria por que vivir. Tú que cuando te dijeron “sígueme” seguiste, porque así tiene que ser, porque es lo correcto, porque para eso estamos acá, ¿Qué sientes ahora que tu nombre está en la lista de Locumba? ¿Qué haces ahora y qué no harías de nuevo?
4.       Usted sabe mucho pero hoy ya dice poco. Cuando se animó a hablar, solo fue para hacerse daño y lamentar la vida que en los últimos años le tocó vivir, al punto que algunas cosas ya parecían más noveladas que vividas, no por ello menos reales. Hoy la vida dio la vuelta y Ud. sabe mejor que nadie si la historia se repetirá o no, porque nadie teme más que quien conoce. Porque Ud. sabe que Javier Ríos Rojas no podrá votar jamás, se lo impidieron hace 20 años y Ud. sabe si eso volvería a suceder o no. Con el respeto que se ganan aquellas que nunca olvidan que primero son madres, le pregunto Sra. Susana, ¿va a votar por su hija?
5.       Votarás por primera vez, votarás con conocimiento profundo de cómo funciona la justicia en nuestro Perú, votarás sabiendo que tu primer voto lo recordarás siempre como la ejecución de tu derecho, porque nadie puede quitarte tus derechos. Entonces te pregunto, ¿por quién vas a votar, Zaraí?

Estas respuestas me abrirían el camino a una decisión segura, tranquila y coherente. Estas respuestas probablemente nunca las tenga y, como el resto del país, cambie mi voto cada semana según la onda mediática nos vaya meciendo. Sabemos que habrá segunda vuelta, pero en este punto lo único que sabemos de la segunda vuelta, es que pasarán dos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

La madre de todos los Realitys

Hoy me puse a pensar en el debate presidencial del último fin de semana y noté un detalle, y es que había mucha similitud con American Idol, el reality que transmite Canal Sony y que coincidió en horario con la polémica chicharachera de los 11 del prostíbulo (electoral). Es verdad, en mi profunda y repetida ignorancia me puse a pensar que:
·        En ambos casos se tiene un grupo dispar integrado por hombres y mujeres de diferentes edades y orígenes.
·        Todos intentan ocupar la única vacante existente en cada temporada para convertirse en el ganador absoluto y obtener el premio mayor.
·        Durante el programa, a cada uno le corresponde disfrutar de ese sublime momento en que el escenario es suyo y el público le presta toda su atención.
·        Si los nervios no traicionan y se saben bien el tema, lo que consiguen es votos para seguir con posibilidades en la disputa.
·        Para ganar vale todo, si hace falta hacer payasadas, bailar un poquito, gesticular o improvisar, nadie les dirá que no lo hagan.
·        Hay reglas, las que determinan el orden, los temas y hasta el menor detalle es previsto para que los participantes puedan llegar y hacer lo suyo: aquí si se pone difícil, porque en American Idol cantan y bailan, pero en el debate, ¿Qué hacen los candidatos?
Sin embargo hay sí, una gran y fundamental diferencia entre ambos programas, y es que en el o los debates que se puedan realizar, NO SE ELIMINA A NADIE.
Todas estas pequeñas reflexiones me hicieron darme cuenta que nos estamos perdiendo lo que sería el mayor éxito mediático de los últimos tiempos: EL REALITY PRESIDENCIAL. Y lo podemos llamar Peruvian President, Top President, Peru Has Talent, Big President, The Presidential Race, entre otras muy guachafas opciones y sus respectivas traducciones.
Estamos a 16 de marzo, faltan exactamente 25 días para ir a votar, así que sugiero a algún creativo que haga el ensayo a ver cómo le va, tan sencillo como encuestas en redes sociales o tan complejo como una web o espacio exclusivo, pero siempre con votación desde casa y siempre con eliminación. Son 11 candidatos y quedan 25 días, eso quiere decir que si eliminamos uno cada 3 días en marzo y uno cada 2 días en abril, llegamos justo al 10.04.2011 como día final de votación y tendríamos un ganador, la pregunta sería: ¿SERÁ EL MISMO?
Y es que la campaña siempre tiene que ser tan monótona, predecible y aburrida que a uno le provoca hacer algo para amenizarla, ¿o no? A ver quién dice YO!

El Retorno del Ignorante

Llevo casi dos meses alejado de esta escuela de ignorancia, de esta cruzada, de mi particular feudo pro aprendizaje para lograr desasnarme un poco pero, ¿por qué? Honestamente ni yo mismo lo tengo claro, pero hoy decidí volver, espero, para quedarme.

Mi motivación es menos romántica que las anteriores, aunque he de confesar que seguimos buscando a Gianmarco y que sigo cumpliendo mi Manifiesto, prueba de ello es que estoy escribiendo nuevamente. Eso sí, aun no pruebo el pulpo al cilindro. Desde ya agradezco a toda la gente que sigue este Blog y a los que me escribieron.