sábado, 1 de octubre de 2011

Primer análisis - Los pecados de MISTURA

Desde hace pocos años se realiza en Lima algo así como un vórtice artificial, oloroso y muy variopinto de diferentes propuestas culinarias, desde las más tradicionales hasta las más elaboradas, sofisticadas y complejas.

Durante sus primeros años, pese a considerarme un curioso, gran comelón y mayor fanático de nuestra gastronomía, nunca había pisado MISTURA hasta que un día mi esposa me llamó y me dijo “hoy empieza la preventa de Mistura, ¿vamos?” y yo acepté, compré las entradas y esperé un par de meses a que se inicie la feria, sintiendo de forma creciente una desconocida emoción con la fecha llegando. Creo que el hecho de saber que hay tanto junto me emocionaba y preocupaba, ¿cómo hacer para abarcar todo?

Finalmente llegó el día y el primer domingo de feria estuvimos en Mistura. Un día no me podría jamás alcanzar para todo lo que quería probar, es más, ya por mi mente pasaba la idea de para el próximo año ir todos los días de feria. Pero este artículo no busca narrar la experiencia sino una interesante conclusión que saqué de Mistura. Tiene la capacidad de abarcar los siete pecados capitales, así de sencillo:

Gula
El pecado por excelencia cuando de comida se trata, más aun cuando se tiene tanto en un solo lugar. Yo pequé de gula hasta el cansancio y a mucha honra, y es que ¡¡¡cómo no!!! ¿Alguna duda?

SWAT a mucha honra

Pereza
Acabas de comer todo lo que tu cuerpo es capaz de digerir en pocas horas, caminando y haciendo colas para deleitar el paladar, tienes en el estómago desde cerdo al cilindro hasta una sofisticada pasta negra. Que rico ese sueñito. Que pereza da seguir caminando. Me voy a sentar… solo un momento… que rico… hoy ya no hago nada más que dormir…

No provoca levantarse...

Avaricia
Es que no solo avaro, sino mezquino y hasta envidioso. Critican a Mistura porque dicen que la entrada es cara, que las colas eternas y que solo escogen a sus amigos. Critican un plato 5 tenedores porque cuesta de 6 a 12 soles en lugar de 50. Critican una entrada entre 12 y 20 soles por un evento que más fácil sería no hacer, pero hay un grupo de corajudos que se mandan gracias a Dios a ayudar a crecer a los que solitos no pueden. Mejor no la hacemos, mejor que sea gratis y caótica, mejor que no tenga colas y fracase. Avaros y envidiosos, no logro entender, supongo que nunca fueron o no saben oler a peruano.

Soberbia
Yo no hago colas… ¿no vas al cine? ¿no vas a ver a tu banda extranjera que quizás nunca vuelva? ¿no vas a hacer trámites? ¿no vas al banco? Osea… por todo hago cola y para comer rico… para mirar a los ojos a Grimanesa, para comer ese cordero que viajó desde Puno, para eso no hago cola. Osea, yo no ¿ves? ¡¡¡Por favor!!! Falsa soberbia, tienen miedo que les guste…

Has tu cola chocherita...

Ira
Y ya tendido sobre el pasto de la feria, con la barriga llena y sintiendo el sol en la cara, de pronto te llega un olorcito… no voltees… no mires… volteo y veo a ese pequeñín derramando la miel por un costado del plato lleno de picarones. Y yo aquí, repleto, lleno de pereza de tan solo respirar, lleno de todo lo que he comido, lleno de deseos por un picarón. Me lleno de ira al saber que no sucederá hoy… para eso tendré que volver.

Lujuria
Bueno, es que luego de tantos placeres juntos y tantos pecados compartidos… llegas a casa y te llenas de ideas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario