El
primer domingo de Mistura (11 de setiembre), mi esposa y yo no desayunamos. Nos
preparamos psicológicamente. Limpiamos y ordenamos toda la casa temprano para
cansarnos y abrir más el apetito. Nos alistamos y salimos en busca de un
empacho seguro. Llegamos a Mistura a mediodía, entradas en mano y dispuestos a
todo por probar todo lo posible. No me explayaré en contarles las mil y un
anécdotas que vivimos, ese será tema de mi tercer análisis, pero si les contaré
a detalle todo lo deglutido por los dos este día. Preparemos saliva que
recordar es volver a comer:
Lasagna
de Lomo Saltado de Charlotte. Toda una experiencia de sabor, afortunadamente
somos de buen comer porque la contundencia del plato era casi para decir “gracias
y nos vamos”. Aplicar el corte a la pasta para que libere nada menos que un
lomo saltado, enloquece a cualquiera y yo soy maniático de no dejar nada,
realmente quedó el envase vacío. Muy bueno y altamente recomendable.
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Lasagna de Lomo Saltado de "Charlotte" |
Tallarín
Saltado Carretillero de Nikko. Me sorprendió que ese día este local no estuviera
con cola, fui directo y me atendieron rápido. No sabía si era mala señal pero
me arriesgué. Salivo al recordar el plato, la pasta al dente, la grasita del
fideo al mezclarse con el sillao y las verduras. Una verdadera maravilla,
rescatando lo carretillero como sinónimo de sabores ilimitados y porción
grande. Un local que pese a estar lejos de mi casa, visitaré sin duda muy
pronto.
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Tallarín Saltado Carretillero de "Nikko" |
Rissoto
de Chupe de Langostinos de Akipa. Aquí haré un mea culpa, trabajo a media
cuadra del restaurante en Chacarilla y no había ido nunca. Lo reconocí y casi
con la vergüenza de que ellos sepan que no voy, me acerqué y pedí este plato.
Mi esposa no come mariscos, así que me chupé los dedos con el chupe yo solito. Razón
más que suficiente para empezar a ser caserito, además le debo a este plato el
que ese día se me reabra el apetito. No sé qué me hizo, pero me despertó algo
que agradezco mucho. Aplauso.
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Rissoto de Chupe de Langostinos de "Akipa" |
Tacacho
con Cecina y Refresco de Cocona de Pura Selva. Empiezo por el final, el
refresco estaba buenísimo, refrescante, digestivo, preciso. La cocona ya está
en mi casa obligatoriamente. Ahora la comida. Es mi opinión que la porción era
muy pequeña, casi cuidando de no servir mucho, pero yendo al sabor, la cecina
estaba de dioses. Al tacacho no le daría muchos puntos porque no le encontré un
sabor destacado, rico sí, sin duda, pero no para palmas como la cecina que fue
de hecho la reina de la visita justo al lado de la cocona.
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Tacacho con Cecina de "Pura Selva" |
Pasta
Negra a lo Macho de Amoramar. Sin palabras. Para empezar, el servicio era el
que correspondía al nivel del restaurante. No se sentía eso de “apúrate que hay
cola” que se condice con quien necesita aprovechar la oportunidad, vender lo
más que pueda y ya cuando comas verás que es buenazo. Se entiende, pero en
Amoramar la cosa era diferente… Luego, me entregaron esta cosa rara que era una
pasta no en salsa negra, sino negra de por sí. Hecha en tinta de calamar y
bañada con salsa de mariscos a lo macho. Si me tengo que quedar con uno y solo
con uno de todo lo que probé, es este plato y de lejos. Una maravilla al punto
que mi esposa, luego de mucho insistir, se animó a probar (es que de verlo como
que no llama mucho) y coincidió que estaba increíble. Palmas, aplausos,
agradecimiento y muchas ganas de ir a comer, por ahora ganas porque bueno, es
carito creo, ¿no? Lo vale, estoy seguro.
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Pasta Negra a lo Macho de "Amoramar" |
Arroz
con Pato Crujiente de Amoramar. Buenísimo y súper original. Imagino que todos
alguna vez probamos un enrollado primavera de esos que venden donde venden el
siu mai. A mí me encantan, pero que te den uno grandote y relleno de arroz con
pato, bueno, no sucede todos los días. Además claro que el arroz con pato
estaba fantástico. Repetible, imitable, recomendable. Mención aparte las salsas
que acompañaban que redondeaban el sabor. En general, Amoramar se quedó en mis
sentidos de manera especial.
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Arroz con Pato Crujiente de "Amoramar" |
Café
Espresso Tunki. Dicen por ahí que el mejor del mundo, así que a tomar una
tacita. Llegamos al stand con ánimo de probar y comprar, logramos con mucho
esfuerzo comprar una taza y probarlo. Es realmente delicioso, con mucho cuerpo
y una mixtura de sabores que denota su calidad. Nada que decir de malo del
café, pero nos alejamos del stand porque el desorden y el desmadre en el
servicio me quitó las ganas de comprar. Un café me debe evocar a su origen y
pasar ese cafecito para acordarme de ese stand la verdad no me provocó, ya le
daré otra oportunidad más adelante. Repito, el café buenísimo.
Piqueos
en el Gran Mercado. Toda una experiencia de picoteos de quesos, jamones,
salsas, jugos, frutos, de todo. Buenísimo, hubiera estado mejor si no fuera
porque caminar ya era de por si toda una experiencia de picoteos, empujones y
apretadas. Sugerencia: así como se controla el aforo en Mistura en general, se
debe controlas el aforo a los ambientes cerrados de adentro como el Gran
Mercado, porque todos perdemos si se llena tanto que no se puede caminar,
mirar, probar y muchísimo menos comprar. Igual, delicioso.
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Gran Mercado, gran tumulto |
Anticuchos
de Doña Grimanesa. Ya pues, sin mucho que decir, la reina indiscutible y había
que probar. Aún estoy pensando si contarles cómo llegamos a probar los
anticuchos, ¡tremenda anécdota! Pero yendo al plato, trozos enormes
perfectamente cocidos y sazonados. Sin mayor ciencia que la experiencia y la
calidad, unos anticuchos de padre y señor mío. Es bueno decir aquí que no es
prensa ni promoción inflando el producto, la Doña es realmente de los mejores si
no la mejor, palmas bien ganadas. Había que probarlos como sea… si me animo les
cuento como fue.
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Anticuchos de Doña Grimanesa |
Maracuyá
Sour de Bravo Restobar. No todo es comer, así que a tomarse un traguito. Visité
a mis amigos de Bravo y a lo seguro, me tomé un delicioso trago con ellos. Muy
rico y me quedé con un recuerdito: el vaso, buen detalle. ¡Salud y saludos!
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Maracuyá Sour de Bravo Restobar |
Bombones
Tres Marías (Leche, Crema de Maní y Maní) y de Pisco DiPerugia. Buenísimos,
para endulzar las 6pm en que pasamos por ahí y con una anécdota genial en el
brindis que ya les contaré. Compramos para llevar un par de cajitas, mentiría
si les digo que todavía quedan. Minuto a minuto fueron desapareciendo de la
mesa de noche y es que, ¿quién deja chocolates tan ricos al alcance de los
niños? Llámese niños a mi suegro, mi cuñado, mi esposa y yo. Caso cerrado.
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Brindis con Bombones de Pisco |
Panes
Surtidos de la Gran Panadería. Bueno, de Mistura nos pasamos a visitar a los
abuelos de mi esposa así que había que llevar el pan. Llegamos a tomar
lonchecito (es que no comimos mucho en el día) con un surtido de pancitos de
todo nuestro rico Perú. Como para probar, valía la pena porque para ser pan,
estaba bien carito. Nos dimos el gusto, gustazo diría yo y cerramos el día con
el apetito saciado, la curiosidad complacida y las ganas locas de volver.
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Panes Surtidos de la Gran Panadería |
Mi
esposa ya no pudo, pero yo regresé el jueves 15… este artículo está largo, así
que haré la segunda parte para contarles lo que comí ese día en detalle…
mientras tanto de solo leer lo que escribí ya necesito una Sal de Andrews, ¡ya
regreso!
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