jueves, 6 de enero de 2011

Mi amor, ¿y si vemos una peli?

Ayer en la noche todo transcurría con normalidad en casa de este humilde ignorante, terminaba un día de trabajo intenso y pensé que en breve nos llamaría la cama para descansar, cuando de pronto mi esposa me sorprende comentándome que tenía ganas de ver una película. Esto ya de por sí es poco usual, pues no vemos películas con frecuencia por lo que resultó muy grato para mí y pensé “genial, excelente forma de terminar el día” aunque en el fondo tenía mis dudas pues ya eran casi las 9 de la noche y ambos estábamos cansados, así que pronostiqué 10 minutos de película, ojos cerrados y a terminarla después.
Fue aún mayor mi sorpresa cuando me comenta, me menciona, me sugiere que veamos aquella película de 1965 que hace cosa de un año y medio compré pues le tengo personal apego y quería que ella la vea. Durante todo este tiempo, todos mis intentos de que la veamos fueron infructuosos, era como si algo la repeliera de verla, no sé si era el título, el concepto, la antigüedad, no puedo saber con certeza que era pero ayer desapareció y me dijo “quiero verla”. El ridículo cliché de “pellízcame” se hizo imprescindible pues no podía creerlo, pero efectivamente, ahí va el disco y vamos a verla… todo parece indicar… el dedo al Play… idioma español… iniciar película y luego de paisajes increíbles, aparece inconfundible cantando y girando la gran Julie Andrews y empieza “La Novicia Rebelde”. Créanme, les aseguro que es sin duda una de mis películas favoritas desde todo punto de vista, pero especialmente por esa extraña y maravillosa facilidad que tiene para llenarme de felicidad.
Ahora… el tema era… ¿le gustará a mi esposa? ¿le gustará que me guste tanto? Cuando se animó a preparar canchita y servir limonada yo me animé a creer que sí. Cuando empezó a tararear las canciones y a subir el volumen, yo me animé a creer que sí. Cuando fueron pasando los minutos y fue empezando a sonreir, a disfrutar, a preguntar, supe que sí!!! Algo parecido nos pasó con “Casablanca” hace unos meses, otro de mis clásicos favoritos.
Logramos ver la película de un solo tirón, completa, muy pegados, muy emocionados y gozando al máximo cada momento mágico de Maria y la Familia Von Trapp pero sobre todo, logramos tocar el amor con los dedos como cuando tienes esos momentos mágicos con tu pareja y sabes que serán memorables, lo suficiente para provocarme el egoísmo de hacerlo mi tema de hoy.
La Novicia Rebelde” combina tres conceptos sin los que no se vivir: el cine, la música y el amor de cuento de hadas, de fantasía. El amor de mi vida, sentada junto a mí viendo una película, viendo ESA película, combina la felicidad más profunda con la algarabía más grande. Y se pone mejor, desde ahora decidimos ver películas más seguido, especialmente las clásicas, por lo que seguramente por estas líneas discurrirán más reseñas y más cine. Como ven, vamos encontrando temas para salir de la ignorancia.
Yo encontré un tema del que nunca saldré completamente de la ignorancia (afortunadamente) y es esa maravillosa forma que tiene mi esposa de sorprenderme con lo menos esperado en el momento preciso y de la forma correcta. Que viva el amor!

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