sábado, 15 de enero de 2011

Manifiesto de Vida

Muchas gracias por la paciencia que tienen con este ignorante y por sus hermosos comentarios.
El 25 de diciembre de 2009 en la mañana mi enamorada y yo (aún no era mi novia, menos aún mi esposa) descansábamos cuando me levanté de golpe y decidí comprometerme públicamente en ciertos temas. Tomé la computadora y en pocos minutos tenía listo un Manifiesto de Vida que fue el marco con el que regí mi 2010, cumpliendo lo prometido y enriqueciendo nuestras vidas. El 25 de diciembre de 2010 lo convertí en costumbre y escribí un nuevo manifiesto que revisó el anterior y asumió nuevos retos para el 2011.
Hoy comparto con ustedes el primer manifiesto, espero que les guste y les permita conocernos un poco más, en el siguiente post compartiré el nuevo manifiesto y podrán saber si el primero se cumplió y que pensamos para el nuevo año. Aquí lo tienen:
Vivir es la tarea más difícil y complicada que nos toca hacer mientras transitamos por el mundo. Ser feliz ya ni que decir, la felicidad de uno no es la de todos y solo por el hecho de ser humanos automáticamente ser feliz se convierte en una hazaña que no quiero pensar que es inalcanzable, lo veo más como un reto maravilloso del que la última etapa es la de convencernos a nosotros mismos que la verdadera felicidad reside en nuestros corazones y no en nuestras billeteras.
Se nos va un año más y quiero verlo no como un año menos de vida sino como uno más de recuerdos y olvidos, experiencias y anécdotas, aventuras y seguridades, errores y aprendizaje, y todo lo que cada día trajo o se llevó prestado. Un año más para sumar a mi búsqueda de la felicidad, en que aprendí más de lo que enseñé, en que recibí mucho más de lo que di, en que soñé más de lo que apliqué, donde mi mente viajó más que mi cuerpo pero sobre todo donde mi corazón latió más que en toda mi vida junta. Este año que se va es ya parte de mi vida como lo son las nuevas personas que conocí, los nuevos amigos que sumé y la familia que creció, como lo es el sol saliendo caprichoso un día en junio o como lo sería un reloj con la pila agotándose que en su debilidad me da la sensación de querer ir hacia atrás, luchando por no avanzar.
Y ahora hay que hacer promesas para el nuevo año, en que un enredo de palabras podría convertirse en mis nuevos sueños y esperanzas o en mis nuevos compromisos con el destino y con las vidas que se ven afectadas por los caminos que decido tomar. Empezaré diciendo que prometo no prometer más de lo que haga, juro no falsear una sonrisa ni reprimir una carcajada, prometo solemnemente que cuando más apurado esté, con mayor convicción me detendré un momento a respirar profundamente de la flor más cercana, enderezarme y exhalar, para así llegar más rápido a mi destino. Tomo por norma a partir de hoy disfrutar intensamente de mis amores de sangre y de mis hermanos de vida, juro no descansar hasta que la misma luz que hoy ilumina mi vida se acerque al corazón de todos, ofrezco buscar que mis buenos conocidos se hagan amigos y que mis buenos amigos se sientan los mejores como ellos siempre me hacen sentir. No me prometeré riquezas más allá de las que el abrazo de cada niño o niña en mi vida me puede regalar o mayores a la prueba de amor de una leal mascota. No ofrezco regalar a la mujer que amo menos que un beso intenso y un abrazo inesperado cada día por el resto de mi vida, si juro dejar mi vida por ver que sin importar la edad, mi madre y mi abuela sigan siendo capaces de soñar para así yo poder hacer sus sueños realidad.
En este nuevo año llevaré a mi cuerpo donde el año que se va mi mente estuvo, no solo en lugares soñados del mundo sino en momentos maravillosos de la vida. Sabré lo que es la bendición definitiva al amor, conoceré la dicha infinita de ver como un pedacito de mi alma me deja para ir a posarse en la extensión de mi vida, perdonaré y sabré pedir perdón para después saber cómo enseñarlo y aprenderé que mi vida ya no es solo mía.
Si el año pasado me olvidé de alguien lo buscaré, si ofendí a alguien lo compensaré, si dejé puertas mal cerradas o ventanas rotas trataré en el nuevo año que mis caminos estén más derechos y mi senda esté mejor orientada para que todas las vidas que toque sientan que llegué para sumar y así en consecuencia mi propia vida se enriquecerá infinitamente.
Demando de todos los que lean este manifiesto a cobrarme cada palabra como deuda y a exigirme esa sonrisa real, esa sonora carcajada, ese amor incondicional que me atrevo a ofrecer en estas líneas. Los convoco a ser parte de mi vida para así yo poder decir que soy feliz, los invito a mis sueños y a compartir juntos una sola gran idea, un bello concepto llamado esperanza. Les pido paciencia y tolerancia cuando ni yo mismo me soporte y a cambio tienen en mi la lealtad de un amigo sincero, les regalo mi tiempo a cambio de nada, les pido el suyo cuando crean que podamos compartirlo.
En suma y en resumen, proclamo que soy feliz. Ofrezco seguirlo siendo y espero ser capaz de dar más felicidad de la que reciba hoy, el año que viene y los sucesivos. Es todo lo que puedo prometer, lo demás que venga solo!!!

2 comentarios:

  1. Me gusta la profundidad con que escribes tus temas. Tus experiencias me resultan bastante inspirandoras.

    ResponderEliminar