viernes, 21 de septiembre de 2012

Un honor y un placer


Te conozco un poco más de la mitad de tu vida, sin embargo siento que nos hemos visto poco o no lo suficiente como para decir que he hecho los méritos suficientes para el honor que me diste.

 

Me he puesto a pensar que realmente es muy bello cuando una persona cercana te nombra para ser padrino de su hijo o hija, tan bello que yo tengo dos ahijados, Pamela y Piero y los adoro como si fueran mis propios hijos, de hecho los llamo así y ellos saben que son parte vital de mi vida. Dicho esto, la verdad es que ellos no tuvieron la opción de escoger, sus padres vieron en mi una persona que podría aportar algo bueno a la vida de sus hijos y me halagaron profundamente al pedírmelo, luego con los años, mis ahijados y yo desarrollamos ese lazo maravilloso que nos une y nos unirá siempre. Ser padrino es algo maravilloso, ahora que viene en camino nuestra hijita Fernanda, esperamos escoger para ella los mejores en su corazón.

 

Que hermoso es cuando ese lazo se forja previamente del aire, de la cercanía, de simplemente sentirte familia, amigo e identificarte con alguien y que hermoso cuando luego de forjado, tienes la oportunidad de materializarlo a través de una ceremonia. Hace poco, mi querido Joaquín de 10 años, primo (y ahijado de bautizo) de mi esposa me designó, porque así lo decidió él de forma libre y pensada, como su padrino de Primera Comunión y me llenó el corazón de felicidad. Dicen que se es un padrino mas de cariño, como que eres y no eres, pero para mi la alegría y el cariño son los mismos.

 

Joaqui es un niño bueno, de corazón noble y decididamente inteligente. Le gusta ser inteligente, le gusta saber y ser culto, le gusta conversar y demostrarlo. ¡Le gusta la buena música! Es un niño además alegre, entusiasta y de hecho un rankeado jugador de PES, hay que serlo para que de vez en cuando me pueda ganar. He dicho de vez en cuando y ¡PUNTO!

 

Joaqui ha logrado que broten de mi expresiones de las que mi esposa es testigo tales como “yo quiero uno así” o “nuestros hijos irán a ese colegio” o simplemente “Joaqui es lo máximo” y claro, ahora más aun porque si pues… ¡¡¡SOY SU PADRINO!!!

 

Gracias Joaqui, es para mi un honor y un placer sumarme a tu vida como padrino de Primera Comunión y además ser “compadre”, respetando mucho a los padrinos de bautizo, de tus padres a quienes quiero y aprecio mucho. Gracias Joaqui, me has hecho muy feliz y quiero que sepas que te quiero mucho. Gracias Joaqui, cuando los adultos estamos para enseñar, muchas veces he aprendido mucho de ti.





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